Por Aurora Sancho.
Esta última prisión de José Daniel Ferrer fue igualita a la otra, la diferencia es que aqueya vez fueron 25 años y quedando 17 por cumplir, y ahora fueron aproximadamente seis meses, pero en total aislamiento, para poder conversar con la Policía Política sin que lo vieran recibir todas las jabas que le entraban fuera de lo reglamentado y sobre todo visitas de familia cada vez que quiso.
Es decir acepta los beneficios
que le otorga el régimen, anteriormente debía de firmar todos los meses por su condición de faltarle tiempo por cumplir, nunca lo hizo, y si viajo a los Estados Unidos y a la Unión Europea, algo muy increíble pero muy cierto.
Se hace un juicio y queda conclusipara sentencia, pidiendo el fiscal nueve años y luego había que hacer una conjunta y sin más ni menos le llegan cuatro años y medio domiciliarios, nunca había visto tanta bondad en esta Dictadura.